Según el “Informe Mundial sobre la Felicidad”, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sustentable (Naciones Unidas), Finlandia es el país más feliz del mundo por cuarto año consecutivo. El país en el noreste de Europa cumple con los principales indicadores sobre la calidad de vida: entre ellos están la esperanza de una vida sana, el apoyo social, el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, la ausencia de corrupción, la libertad social y la generosidad. Europa monopoliza nueve de los diez primeros puestos: Finlandia está delante de Dinamarca, Suiza, Islandia, Países Bajos, Noruega, Suecia, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Austria.
El país en el noreste de Europa es una república
parlamentaria y democrática, con una de las economías más prósperas del
continente. Tiene fronteras con Suecia, Rusia y Noruega y está rodeada por el
mar Báltico. Su capital Helsinki, la ciudad más grande del país, es el mayor
centro político, financiero y cultural y es una ciudad moderna y amigable para
los visitantes.
El “Informe Mundial sobre la Felicidad” ha mostrado que Finlandia
registra índices muy positivos en solidaridad y lucha contra la pobreza y las
desigualdades, además de tener un nivel de vida muy alto y servicios públicos muy
eficientes. El país más infeliz según la lista es Afganistán, un país que desde
hace décadas ha estado sometido a muchas guerras y donde la situación política,
social y económica actual es compleja y confusa. Afganistán está acompañado en
los últimos puestos de la clasificación por varios países africanos (Zimbabue,
Ruanda, Bostwana y Lesotho).
En un año donde la pandemia de Covid-19 ha golpeado a
todos los países del mundo, instituciones públicas confiables y conexiones
comunitarias benevolentes ha demostrado ser cruciales para tener estrategias exitosas
contra el Covid-19. El informe también señala que la confianza ha sido un
factor clave para tener más éxito en la lucha contra el virus. No es casualidad
que Finlandia haya defendido su título como el país más feliz durante un año
marcado por la crisis pandémica, siendo la confianza entre las personas y el
Gobierno uno de los factores clave para la felicidad.